Las cafeterías, más familiarmente llamada “Bares” ha sido siempre un lugar de encuentro, de momentos de ocio y de tertulias interminables con los buenos amigos o con la familia. El tiempo los ha ido relegando a un segundo plano y en muchos de ellos su oferta se ha  resentido por el mayor protagonismo de otros establecimientos como restaurantes,  locales franquiciados,  negocios de cocina rápida o autoservicios. También es verdad que en demasiados locales  se echa de menos una mayor especialización de su personal. Otra cuestión es el relevo generacional, que no acompaña,   porque la gente joven prefiere otros sectores profesionales y no queda más remedio para sus propietarios  cuando llega su jubilación que traspasarlos. Algunos de ellos pasan a manos de otras personas con inquietudes hosteleras y siguen funcionando de forma similar, pero en los últimos años la mayoría de estos negocios son adquiridos por empresarios chinos que desconocen totalmente nuestra gastronomía y nuestras costumbres.. Hoy tres de cada cinco bares de nuestra capital son regentados por ellos.

Cafetería Bon Estar

Pero aún hay bares con el ADN que recordamos, con horarios infinitos, con una oferta increíble, cordiales, con personal muy atento y gestionados con muchísimo trabajo y sacrificio cada día. Locales que nos reciben con los brazos abiertos y que te hacen sentir como en tu propia casa. Ideales para pasar buenos ratos con los amigos o la familia. El Bon Estar, sito en la calle Norte, número 12 es uno de estos establecimientos

Bon Estar, dirigido por Manolo,  sigue siendo uno de estos clásicos donde puedes tomar con garantías un buen desayuno o almuerzo, disfrutar de un menú diario donde nunca falta un plato de cuchara y un arroz distinto cada día y también cenar a base de bocadillos, hamburguesas, pescados o carne. Su amplia terraza invita a la tertulia acompañado con unas cervezas o un buen café. Una extensa oferta que no tiene reflejada su carta porque la mayoría de sus platos están condicionados al mercado diario, lo que garantiza frescura y calidad y nuevas sugerencias cada día.

Cafetería Bon EstarUna de las grandes virtudes de Bon Estar es su oferta de platos procedentes de la tradición culinaria valenciana, entre los que se encuentran una amplia lista de arroces, las cocas de dacsa, la titaina, los capellanet, el espencat, la moixama y sus platos de cuchara diarios: lentejas, fabada, cocido, gazpacho de pastor o la espardenya, acompañados, eso sí, con su pan de “pataqueta”.  Un surtido increíble que no hace más que elevar la categoría de este bar hacia esferas más altas.

La vocación por la cocina tradicional valenciana le viene de cuna, ya que la familia de Manolo es oriunda del Perelló y los pescados de la costa y la tradición culinaria del lugar despertó su pasión por este oficio desde muy pequeño. Durante los últimos 37 años ha trabajado en locales muy conocidos de Moraira,  El Barrio del Carmen o  el Barrio de Nazaret. A pesar de venir de familia castrense, lo tuvo muy claro  y se adentró en este sector que ya le apasionó desde muy joven.

Los precios del local no pueden ser más ajustados ya que oferta su almuerzo completo  por 5 euros y el menú diario por 9.50. La media de su carta no sobrepasa los 22-23 euros y en ella tiene magníficas opciones para todos los gustos.

Manolo también es una persona en constante crecimiento y no duda en presentarse a eventos profesionales a nivel autonómico y nacional, donde ha conseguido subirse en varias ocasiones al pódium. Sus últimos galardones han sido el Primer premio del Concurso de Arròs amb fesols i naps de Catadau, donde participaron más de 25 restauradores de reconocido prestigio o el Primer premio de Postre de Mandarina en el Concurso de Tavernes de la Valldigna ante una treintena de competidores.

Bon Estar en un templo de los recuerdos, un presente de la cocina tradicional, un establecimiento que te recibe afablemente con una excelente profesionalidad. Estamos seguros que en los próximos años seguirá creciendo, deleitándonos con sus mejores platos y con nuevos premios que engrosarán su fantástico curriculum.