Uno de nuestros restaurantes más carismáticos es sin duda Chef Amadeo, en la Playa de Gandía, un local que se ha convertido en pocos años en uno de los más deseados de tierras valencianas. El reconocimiento ha llegado tras años de dedicación y pasión por una gastronomía sustentada con la materia prima de la más grande y variada despensa posible “el mar”. Gambas, langostinos, cigalas, incluso gamba roja de Denia, meros, lubinas, doradas, clóchinas, sepias, chipirones, boquerones, calamares, zamburiñas, ostras, dentones, corvinas son una muestra de los productos que elabora con recetas tradicionales, tal y como lo hacían los antiguos pescadores,  en forma de xuquets, combinados  con arroces, en tempura e incluso están presentes en algunas ensaladas. La disparidad de recetas es tan amplia como sus productos.

Otro de sus grandes valores es el equipo de trabajo, compuesto por más de una veintena de personas estrictamente organizadas, en sala por Carlos Cano y en cocina por Angel Nieto. Juntos crean  el  clima idóneo para disfrutar de las propuestas del restaurante. No hay esperas, no hace falta llamar por dos veces al camarero, la sintonía del equipo es tal,  que la eficacia es sobresaliente.

Los clientes llegan desde todas partes de España para disfrutar de estos pescados, de estos mariscos y de una auténtica “Fideuá”. Y es que hace tan solo un mes, Chef Amadeo gano por segunda vez,  la 45 edición del Concurso Internacional de Fideuá de Gandía, una competición que reúne a más de 40 chefs de todo el mundo. Dos años atrás consiguió  también el premio a la mejor fideuá extranjera con el restaurante que regenta en Andorra. Tres pódiums que ratifican el porqué de todas estas visitas.

Pero llegar hasta aquí no ha sido camino fácil. Amadeo era un buen estudiante que se debatió entre seguir la vida académica o la laboral. La pasión por este oficio inclinó la balanza y con tan sólo 17 años entró a trabajar en el Hotel Bairent de Gandía. Comenzó como todo aprendiz con las tareas más mundanas, pero sólo siete años más tarde abandonaría el Bairent para ejercer de jefe de cocina en el Hotel Holiday de Benidorm.

Amadeo había heredado las extraordinarias cualidades de su madre como cocinera. Ella guisaba la pesca de su abuelo para toda la familia. Eran momentos únicos, fantásticos y maravillosos reunidos alrededor de la mesa.

Pero el inquieto Amadeo no se conformaría con ser el jefe de cocina del Holiday, así que siguió estudiando y aprendiendo hasta que decidió abrir su propio local  en Algemesí La MOIXARANGA, un restaurante que ya apuntaba a la cocina que le apasionaba. Años más tarde abriría el conocido Chef Amadeo y el tiempo haría que llegaran los merecidos reconocimientos.