No es la primera vez que traemos a nuestros lectores al Restaurante Gambrinus y tampoco será la última. La gastronomía que lleva a cabo desde Siete Aguas le confiere el derecho con mayúsculas de protagonizar muchas portadas. Un tradicionalismo humilde y ejecutado con un gran respeto por las elaboraciones ancestrales son las bases filosóficas de nuestro protagonista.
El Restaurante lejos de ser un local temático, como su nombre sugiere, combina a la perfección una oferta gastronómica con productos de mar y tierra, donde los productos autóctonos cobran especial relevancia, con una amplia gama de platos de cuchara como son la olla sieteaguense, las alubias pintas de la Bañeza, el gazpacho de pastor, el jabalí estofado, el cocido o el puchero valenciano del que ostenta un primero y segundo premio conseguidos en el concurso gastronómico provincial de L´Alcúdia.
La cuchara en Gambrinus es religión y cuenta con innumerables fieles que acuden cada día para comulgar con ella en plena armonía, convirtiendo al Restaurante en el templo gastronómico de nuestro entrañable utensilio por unas horas. La sacristía de Voro y Tere es su cocina donde reinan rodeados de gigantescas ollas que cuecen sus mejores caldos desde primeras horas de la mañana. Ellos son felices porque saben que su esfuerzo despertará un sonrisa de satisfacción en sus clientes al degustar sus platos y eso es muy reconfortante.
Nada en Gambrinus es casualidad sino que es fruto de la inquietud de mantener nuestros platos más recordados, más queridos, aquellos con los que disfrutábamos de pequeños, que se elaboraban con el cariño de nuestras madres, de nuestras abuelas, aquellos con los que hemos ido creciendo y haciéndonos mayores. Unos platos que ahora no son fáciles de disfrutar por la escasez del tiempo que podemos dedicar a la cocina e incluso por la cantidad de sucedáneos y triquiñuelas utilizadas por otros restaurantes para restar horas de cocción. La cocina del local rebosa sinceridad y autenticidad por todos sus poros convirtiendo a Gambrinus en el Rey de la Cuchara de la Comarca.
Este apego por la tradición gastronómica ha llevado a Gambrinus a protagonizar portadas en periódicos como el ABC, El Levante, Las Provincias y el Mundo, que no han sido ajenos al esfuerzo que realizan por el mantenimiento de nuestras recetas más ancestrales, incluso en las guías de carretera aparece como uno de los mejores restaurantes de cuchara, un honor que se han ganado ampliamente por su esfuerzo y dedicación.
Gambrinus no es un restaurante al uso, no señor, es una extensión de nuestra propia casa, donde uno se puede uno relajar y disfrutar de una buena sobremesa. Voro y Tere siempre reciben a sus visitantes con una sincera sonrisa. Estos días convoco una comida de hermandad para todos sus amigos (entre los cuales presumo encontrarme) para celebrar la Navidad de forma anticipada, ya que sería muy difícil contar con todos en plenas fechas navideñas, debido a que la gran mayoría son restauradores y otros profesionales de la gastronomía. El objeto del encuentro fue simplemente disfrutar del momento y de la buena mesa. Así son Tere y Voro, dos personas a los que les hace enormemente felices compartir todo lo que tienen con los amigos.