Godella es una localidad de la Horta Nord con poco más de 13.000 habitantes y con una historia que se remonta a la Edad de los Metales, concretamente  en sus inicios con el periodo del “cobre” (6.500 A.C.), ya que se han encontrado restos en su término municipal de esta época. También se han hallado vestigios arqueológicos de tiempos romanos.

En el periodo de invasión musulmana  cobra una  mayor relevancia debido a que se convierte en una Alquería árabe con una notable población rural, como otros asentamientos humanos cercanos  a la Capital. La expulsión de los moriscos la dejó deshabitada y según la historiografía tradicional  se volvió a repoblar por su cercanía con Valencia, aunque no hay testimonios escritos sobre dicho acontecimiento. Sin embargo si hay documentación que hace referencia a que el señor feudal del lugar se llevó a sus vasallos para colonizar otras tierras un siglo más tarde.

Monumentos

Entre sus monumentos religiosos se encuentra La Iglesia Parroquial de Santo Bartolomé Apóstol, de estilo renacentista  que data de 1754  y la Iglesia Parroquial del Salvador edificada en 1730 en cuyos alrededores se extiende el Vía Crucis, con sus casalicios, jardines y escalinatas.

Sus monumentos civiles como la Casa Palacio de Serdañola, que está inscrita como bien de interés cultural,  o el Castillo Masía de San Fernando, construida por orden del Barón de Campo Olivar en 1864 son los más relevantes.

Visita turística

Sin duda una visita para exprimir al máximo la memoria de Godella debe de comenzar con la Casa Museo de Ignacio Pinazo, pintor de estilo impresionista que vivió entre los años 1849-1916. Pinazo tuvo que dejar tempranamente sus estudios debido a la ausencia de su madre, fallecida por el brote de cólera que azoto la Península en aquellos años, aunque eso no le impidió posteriormente estudiar en la Academia de bellas artes de San Carlos, dar clases en la Escuela de Valencia (1884-1886) e incluso ser nombrado académico (1903). Fue contemporáneo de Sorolla y de Francisco Domingo Marqués. Pinazo viajó a Roma en dos ocasiones y consiguió grandes reconocimientos con su obra. Una de sus etapas más importantes sería la “Colección de Jaumandreu” en un periplo de dos años en los que estuvo viviendo en la Mansión del Banquero José Jaumandreu en la frontera entre Godella y Bétera, poniéndose a cubierto de un nuevo brote de cólera, temeroso de revivir experiencias pasadas. En las exposiciones nacionales de arte,  Pinazo logró, en 1881 y 1885, una medalla de plata, y en 1897 y 1899, medalla de oro. Fue uno de los grandes pintores de la época. Su hijo José Pinazo también seguiría los pasos de su padre en la pintura, aunque fue en la escultura donde conseguiría mayores reconocimientos. La Casa Museo hace un recorrido sobre la obra de estas dos grandes figuras.

La visita continúa en el mercado ecológico de Godella, un muestrario con productos de la huerta local que reivindican procesos de elaboración respetuosos con el medio ambiente al obviar en su cultivo, aditivos, fitosanitarios y otros elementos que dañan tanto el suelo, como la salud de los consumidores. En el mercado se pueden adquirir una gran gama de ellos con todas las garantías de trazabilidad.

Además de los mencionados monumentos civiles y religiosos existen otros edificios que cuentan la historia local como la Creu del Camí de la Horta, La Plaza de la Iglesia, La Estatura de Tenor Alonso, la Torreta dels Boil de l’Horta, La Ermita del Salvador, La Capilla del Cristo, el Colegio del Sagrado Corazón o diversos edificios de la Calle Peset Aleixandre.

Otra parada obligada es el Museo Alfaro Hofmann, contruido en un antiguo campo de naranjos que sirve como exposición colectiva y como centro de celebración de distintos eventos. La Colección Alfaro Hofmann es una colección privada de diseño industrial considerada como la más importante de carácter privado de  Europa en cuanto a objetos cotidianos, con más de 5000 piezas​.

La colección tiene su origen a finales de los años setenta, cuando Andrés Alfaro Hofmann, hijo del escultor Andreu Alfaro  comenzó con las primeras adquisiciones. Durante la década de los ochenta, se sistematizó el proceso de selección y documentación de objetos, y posteriormente comenzó a centrarse en la divulgación de la cultura del objeto cotidiano del siglo XX. Las piezas más significativas agrupadas por funciones: conservación, preparación y cocinado de alimentos, limpieza, climatización, aseo personal y entretenimiento y comunicación. El recorrido cronológico de los objetos permite apreciar la rápida evolución tecnológica que han experimentado y, a la vez, la importancia que el diseño ha ido adquiriendo con el tiempo hasta convertirse, por encima de la utilidad, en su principal atractivo.

Otra de las visitas de interés es a  la empresa Fernández Pons, una firma que ha apostado por la elaboración artesana y ecológica de cervezas, vermuts y otros licores. En una amplia sala se puede degustar cualquiera de ellas acompañadas de un pequeño refrigerio. Es un lugar abierto a todo aquel que desee conocer los pormenores de su trabajo, el modo en que se elaboran sus cervezas Premium (Altura de Vuelo, Flor de Trigo, Pons 1840, Albada, Silva, Bola 8)  o su vermut Ciento Volando (blanco o rojo). Las visitas se pueden concretar con cita previa.

Festividades

Entre sus fiestas destacan la Feria de Abril que se celebra en el Parc de Villa Teresita, la Semana Santa, que se celebra también en abril, San Andoni, San Isidro, las Fiestas del Cristo, Las Fiestas Patronales (agosto) y las Fiestas a la Virgen María (mayo).

 

Restauración

Más de una treintena de establecimientos  se asientan en  Godella,  algunos de distintas  culturas gastronómicas, lo que otorga cierto encanto a su oferta hostelera. Uno de los más entrañables es el Restaurante Castillo, regentado por Eduardo Frechina desde hace 20 años. Eduardo siempre apostó  por la sostenibilidad, por los productos de cercanía, por una elaboración que entrañe un máximo respeto al producto.  Tanto es su implicación que ofrece talleres de cocina destinados a enseñar sus pequeños trucos a sus alumnos. El restaurante tiene un menú de mediodía, otro de noches y también organiza varios maridajes y jornadas gastronómicas al año. Es un restaurante para disfrutar, para desprenderse  de nuestras preocupaciones y entregarse plenamente a las exquisiteces de la cocina de  Eduardo.

Otro de los locales en los que la gastronomía está a una gran altura es Xamandreu, que forma parte de la historia de Godella tras la visita de Pinazo. Es una masía con unas instalaciones fantásticas, rodeadas de jardines y de historia. Fue en su día una alquería con casas anexas para los labradores y el resto de trabajadores de la Familia Juamandreu. Hoy es un local de eventos. No es posible disfrutar de servicio diario de restaurante pero si de cualquier tipo de celebraciones familiares o empresariales. Recientemente 11.000  personas pasaron por sus instalaciones en unas jornadas que cada año organiza una firma de coches a nivel mundial. Su gastronomía también es peculiar, elaborando todo de forma artesana, huyendo de productos congelados, envasados o preparados. Su metodología de elaboración de con productos frescos les marca la pauta de su oferta culinaria.

Sin duda Godella alberga tesoros que hay que descubrir y disfrutar. Hay que darse un regalo a si mismo y conocer un trocito de historia que ha hecho posible esta bella localidad.

Antonio Serrano