El pasado 29 de octubre quedará en la memoria de todos. La sobrecogedora tragedia que arrasó parte de Valencia y otras ciudades españolas será imposible olvidarla. Gente que en unos minutos vio como toda su vida se iba al garete con el paso del agua. Muchos de ellos por desgracia también sumaron la ausencia de seres queridos. Las zonas afectadas parecían zonas de guerra, con un escenario donde el barro, los coches apilados por todas partes, la ausencia de electricidad, del suministro de agua y de comunicaciones aislaron a muchas personas en sus casas sin posibilidad de conocer el paradero de sus familiares. Una angustiosa y terrorífica noche.

Ante la ausencia de respuesta política de esta emergencia, tenemos que agradecer el esfuerzo de la UME, de los bomberos, de muchos miembros de las Fuerzas de Cuerpos y Seguridad del Estado y militares que acudieron, aún sin orden de intervención, el día posterior para auxiliar sobre el terreno a los afectados. Incluso en algunos municipios y tres días después, llegaron antes los bomberos voluntarios franceses que la ayuda española.

Con ellos una legión de voluntarios invadió las zonas afectadas, en su mayoría gente joven que demostraron y siguen demostrando, una gran generosidad y solidaridad con los afectados. Suyos fueron los primeros víveres y productos de primera necesidad que recibieron los afectados, además de dedicarse en cuerpo y alma a la retirada del barro de domicilios, negocios y calles,  ataviados tan sólo en estos primeros días, con una escoba o cepillo que llevaban desde sus zonas de origen.

También destacar la labor de los restaurantes que integran nuestra Guía Gastronómica y de otros que se sumaron a la causa, proporcionándonos bocadillos y menús que pudimos llevar a las personas más necesitadas durante los doce días siguientes a la catástrofe. A todos ellos les agradecemos su generosidad. Entre ellos están Sequial 20, La Lluna de Valencia, La Nueva Terraza, Goya Gallery, Binhui Food, La Romana,  4Magnifics, la Agrupación de Policias, Bar Marví, Chef Amadeo,  Tomad y Comed, Cocoa, Tapeando,  los coordinados por Alicante Gastronómica de la mano de Maje Martínez y tantos y tantos otros que nos proporcionaron comida e incluso algunos fueron directamente a los municipios afectados para cocinar en ellos y paliar el hambre.

AGRADECIMIENTOS

Queremos agradecer el trabajo de los restauradores valencianos que han contribuido con su solidaridad, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, a los distintos cuerpos de bomberos, militares que han acudido con o sin permiso para paliar en la medida de lo posible el sufrimiento de los afectados. También a los miles de voluntarios tanto valencianos como de otras provincias y países, ya que hemos visto durante nuestro reparto de comida en las zonas afectadas, a pakistanís, chinos, indios o marroquíes poniendo su perfil más solidario en esta catástrofe.

REINVINDICACIÓN

Aunque nuestra redacción es de índole gastronómica y no tiene colores políticos tenemos que alzar la voz ante la enorme hipocresía de quienes nos gobiernan, más cerca de consolidar su poder que de atender las necesidades de los que les votamos. Se demuestra con tragedias como la actual que somos un mero cálculo en el camino de sus objetivos partidistas.

En tiempos en los que abría que arrimar el hombro para la reconstrucción ya llevan una docena de días intentando sacar rédito político a esta catástrofe, echándose la culpa unos a otros.

No sabremos nunca si las consecuencias de la Dana hubiera sido otra cosa si se hubiesen acometido las obras del plan nacional hidrográfico que configuró el Gobierno de Aznar, plan que fue modificado por el Gobierno de Zapatero en cuanto a los trasvases y cuyo proyecto se archivó a lo largo de casi veinte años con distintos gobiernos en algún cajón de un despacho. La cuestión es que nadie puso remedio a la posibilidad de paliar los efectos más letales de la Dana, algo más propio de aquellos que piensan en su número de diputados que en el bienestar de quienes vivimos en este País.

Ceñir la tragedia a unos horarios concretos y a las consiguientes notificaciones de la AEMET o de la Confederación Hidrográfica para señalar culpables es una opción llena de oportunismo político y de irresponsabilidad hacia los deberes de los políticos con sus conciudadanos.

La democracia tendría que establecer mecanismos para no prostituir la soberanía del pueblo, ya que cuando los partidos llegan al poder cambian las promesas de su programa, dictan leyes que en muchas ocasiones van en detrimento nuestros propios derechos e incluso de su ideología sólo por cálculos políticos. Que decir de la corrupción, cuando suena la misma en algún partido la mejor defensa es enumerar otros casos de corrupción del contrario: “nosotros tenemos casos de corrupción en nuestro partido pero vosotros tenéis más en el vuestro”. ¿Puede ser esto digerible?. Es el colmo, como si aquí se tratase de votar al partido que menos roba en lugar de hacerlo por un programa o por algún ideal político.

Y para finalizar, decir que me preocupa mucho la división que persiguen los distintos partidos. Me acuerdo de los grandes guerreros de la historia “divide y vencerás” y eso es lo que está pasando, en mi familia votamos a tres partidos distintos y nunca hemos tenido una conversación confrontada. El respeto está por encima de lo demás. Pero este intento de división que establece líneas rojas a los que no piensan como ellos me preocupa soberanamente. Me llama la atención el desprecio a los partidos de derechas, sobre todo a la extrema derecha. ¿Es que no pagan impuestos también?, señorías, parte de su sueldo proviene de ellos. Todos los partidos son lícitos siempre y cuando ejerzan su potestad desde el abanico que les brinda la Constitución y sin violencia alguna. Estos partidos son votados también por los españoles y tienen derecho a la representación y al respeto. Por si se les ha olvidado, con tanta confrontación, quisiera recordarles que la democracia reside en el pueblo español y somos nosotros quienes les designamos a todos ustedes en el Parlamento.

En la Dana hay muchos culpables, tanto el Presidente del Gobierno como Mazón, pero no sólo ellos, es todo un sistema político que no empatiza con los verdaderos problemas de los españoles, he aquí la cuestión, están a años luz de los verdaderos problemas de los que residimos en este País. ¿No sería hora de analizar y reestructurar a nuestras instituciones para evitar estos abusos de poder?. ¿Donde falla el sistema?, quizás esto nos tendría que llevar a la reflexión o a la calle para poner en tela de juicio la labor política y exclamar todos juntos “BASTA YA”.