Requena vuelve a convocar su esperada “Feria de embutido artesano y de calidad” los días 10 al 12 de febrero, todo un muestrario de las exquisiteces que se elaboran en esta Ciudad y que permitirá a los visitantes degustar los típicos embutidos como la longaniza, la longaniza de pascua, morcillas de cebolla o de arroz, el “Perro” o las “Güeñas” y otros elaborados con frutos secos o trufa, así como el “Bollo Requenense” que elaboran la Asociación de Panaderos del Pueblo. Pero además también se podrá disfrutar de platos arraigados como el “Morteruelo” o el “Ajo Arriero” que se ofrecerán en algunos de sus stands.

Pero esta Ciudad, como una de las integrantes de la Comarca de Utiel-Requena también puede presumir de vinos que tienen una gran proyección en el mercado nacional e internacional y que estarán presentes en esta Muestra para poder maridar los distintos embutidos de la zona o sus quesos, famosos también por su calidad.

La Feria trae un completo programa de actividades que harán la delicia de los visitantes, como showcookings o talleres relacionados con algunos de los platos más emblemáticos de la localidad, el Concurso de elaboración de Cachulí y habrá catas de vino comentadas, así como de quesos, aceites y café, aparte de otras actividades culturales y de ocio, de entre las que destacan las actuaciones del grupo Cantares Viejos o el monólogo de Pablo Chiapella.

La fiesta se extenderá fuera del recinto ferial con múltiples atracciones recreativas para los más pequeños y  puestos especiales con parrillas para torrar embutidos, carne  y panceta.

La gastronomía de Requena es muy peculiar gracias en parte a su vinculación histórica con la Corona de Castilla y junto a sus embutidos, quesos y aceites se puede disfrutar de una cocina de cuchara donde se encuentran la Olla Requenense,  El Gazpacho de Pastor o la carne de Orza, protagonista esta última de numeras recetas locales.

Esta Feria de embutido junto con la Fiesta de la Vendimia, Los Carnavales o la Semana Santa son las fiestas más señaladas de ese pueblo del interior de Valencia y como las demás sus calles se visten de color con pasacalles musicales para celebrarla.