El Restaurante Castillo es uno de los referentes gastronómicos de nuestros pueblos. Enclavado en la localidad de Godella desde hace ya más de dos décadas ha protagonizados momentos mágicos dedicados a la buena mesa: en forma de jornadas gastronómicas, sobre todo las del bacalao que tienen un auge cada vez mayor, las cenas de maridaje, que prepara en cada ocasión de forma minuciosa, escogiendo los mejores vinos y suculentas viandas para maridarlos, los talleres de cocina de su Chef Eduardo Frechina, que en estos años ha ilustrado de forma magistral a un amplio número de alumnos o sus famosos monográficos para empresas y particulares en su famoso “Privat” un saloncito independiente que ha permitido el disfrute de la enorme gastronomía que atesora.
En estos tiempos en los que la hostelería ha sufrido, como otros sectores, a consecuencia de la actual pandemia, un cierre de más de tres meses, Castillo ha resurgido como Ave Fénix con su acostumbrada oferta, aunque condicionada por las necesidades de mantener un sitio seguro y limpio de Covid. Para ello se ha instrumentado en su interior todos los mecanismos para que los clientes se sientan totalmente seguros y sólo tengan que preocuparse de disfrutar de la buena mesa. Distanciamiento social, gel anti-microbiano, renovación del aire del establecimiento, ausencia de cartas de uso público y un escrupuloso tratamiento del producto en la cocina son las armas utilizadas para afianzar dicha seguridad.
Eduardo Frechina proviene de una estirpe de profesionales del sector en el ramo de la panadería y confitería. Desde muy joven le recorrió por sus venas el deseo de comandar los fogones y hacer disfrutar a sus feligreses. Sus comienzos halagueños ya auguraban un santuario de la buena mesa. El tiempo sólo ha tenido que ratificar su buen hacer y rendirse a una cocina con tradición, basada en el producto local y a una dosis creativa que imprime Eduardo para convertir cada receta en algo especial, con sello propio. Un cocinero con talento y pasión que disfruta tanto como lo hacen los clientes que visitan su local.
Son tiempos de reinventarse y el chef no podía ser menos, ya que en ocasiones el local no puede albergar el número de reservas que recibe debido al distanciamiento. Por ello Castillo tiene una oferta añadida de productos de quinta gama con calidad contrastada que pueden llevarse aquellas personas que prefieren en su propia casa. Productos ya preparados para darles un último toque y ponerlos en la mesa. Como era de esperar Eduardo sorprende como siempre de forma positiva, dando opción a disfrutar tanto en el salón del restaurante como en nuestro domicilio.
El Restaurante Castillo se encuentra en la calle mayor 90, aunque si lo buscan por Google Maps pueden reseñar su dirección por la calle Arzobispo Fuero número 4, de Godella, el navegador les conducirá de forma más directa a sus instalaciones.