COMER EN VALENCIA .- En la carretera de Bétera a Náquera y al amparo de la climatología de la Sierra Calderona, se encuentra uno de los salones con más historia en la gastronomía valenciana. Se trata del Restaurante Rossinyol, un coloso en todo tipo de celebraciones. Sus paredes son testigo de miles de enlaces nupciales, comuniones, bautizos y toda clase de reuniones sociales o empresariales. Otro de sus atractivos en la posibilidad de celebrar bodas civiles en sus instalaciones. Tres salones con distinta capacidad capaces de albergar juntos más de 600 personas y un hall con una estratégica barra para recibir a los invitados son las mejores bazas con que cuenta el Rossinyol. A ello hay que añadirle la posibilidad de proyección de videos o actuaciones musicales.

Restaurante Rossinyol, un coloso de nuestra hostelería¿Cuál es su secreto?, sencillamente una oferta gastronómica actual, basada en el producto, un servicio muy especializado y unas minutas acordes con todos los gustos y bolsillos. Tiene una terracita para ofrecer un cóctel de bienvenida y un gran espacio para aparcar.
El Rossinyol también ofrece servicio diario de restaurant, siendo uno de los preferidos en su demarcación. Una estancia preparada con capacidad para hacer una quincena de paellas a la vez nutre un salón ávido de probar los arroces de este restaurante que ha conseguido hasta en cuatro ocasiones el primer premio en el Concurso Internacional de Paellas de Sueca. A ello se suma con acierto una propuesta gastronómica mediterránea, con abundancia de productos autóctonos de mar (chipirones, puntillas, calamares, merluza, gambitas, sepia, rodaballo) y de montaña (alcachofas estofadas, revuelto de boletus, queso viejo, etc) junto a un nutrido grupo de carnes de origen, como el solomillo de ternera, secreto ibérico, lomo alto, codillo, cordero lechal o su exquisita carrillada.

Restaurante Rossinyol, un coloso de nuestra hosteleríaA pesar de que estos últimos años la crisis ha sacudido inexorablemente la hostelería nacional, el Rossinyol no bajó los brazos y siguió firme con su filosofíia de ofrecer una gastronomía de calidad. Ello le ha mantenido con gran solvencia frente al resto de competidores. Fue necesario realizar algunos ajustes tanto en menús, que no subieron de precio durante estos años, como en el servicio, pero no fondearon en absoluto la entrega de este restaurante con sus clientes, logrando capear la crisis existente y saliendo muy fortalecido con ella.
Por todo ello reiteramos nuestra afirmación al considerarlo uno de nuestros colosos hosteleros.