Quizás la satisfacción más grande que  proporciona el ejercicio del oficio de cocinero es comprobar como todos los platos que preparamos con  pasión son disfrutados por tus clientes. Alrededor de la  mesa de cualquier restaurante confluyen múltiples sensaciones y emociones, no sólo las gastronómicas,  propias de los platos degustados, sino también las que experimentamos por tener la fortuna de compartir estas viandas con amigos y familiares. Estos momentos son muy especiales para todos nosotros. Por un rato dejamos de lado las preocupaciones, nos olvidamos del trabajo, de la  rutina diaría o cualquier otra circunstancia que  pueda impedir el libre disfrute de estos momentos tan mágicos.

En Sensum tenemos esto muy claro y no escatimamos esfuerzos para que estos momentos sean únicos, intentando conseguir con nuestra oferta gastronómica un trocito de felicidad para nuestros comensales. Ellos son en si mismos la gran motivación del equipo de nuestro restaurante. Cocina y Sala se convierten en el vehículo para deleitar los cinco sentidos, para sorprender con una amplia gama de matices y aromas, rememorando nuestra memoria histórica de los sabores a través de nuevas propuestas innovadoras y atrevidas. No inventamos nada, Dios nos libre, pero sí que nos agrada revitalizar antiguas recetas con una visión más  acorde con las corrientes gastronómicas actuales, dándoles un sello personal.

Nuestra carta es un ejemplo de platos preparados con las mejores materias primas. Los arroces y los entrantes se nutren de productos cercanos, de productos frescos, asimismo los pescados y las carnes provienen de nuestras costas y de productores de gran calidad.