Uno de los establecimientos hosteleros que destacan en Godella es sin duda El Restaurante Castillo, un espacio e donde está garantizado el disfrute gastronómico de los comensales. Una carta rica en platos con tradición, no exentos de los toques creativos de su chef Eduardo Frechina que sabe manejar como nadie todas las virtudes que le  ofrecen los productos de temporada y cercanía.

Castillo además es un local que organiza cursos y talleres monográficos de cocina para grupos. El amor por el oficio y la ilusión de enseñar a todo aquel que se lo pide los conocimientos que atesora es uno de los motivos de estos encuentros entre chef y alumnos que aunque provienen de todas las ramas profesionales tienen como nexo de unión la pasión por la cocina.

Eduardo mostró ya desde muy joven un interés especial por los fogones. Sus padres regentaban una pastelería y el participaba en la elaboración de algunas recetas cuando sus progenitores se lo permitían. Con el paso de los años abrió una cafetería con helados y pasteles que fue muy bien acogida por sus clientes. Más tarde descubriría su verdadera vocación y retomo las riendas del negocio con una reforma para adaptarla al servicio de restaurante. De esto hace ya 22 años y la filosofía de nuestro protagonista sigue siendo la misma con la que comenzó: una hostelería de calidad comprometida con el producto y con el entorno.

Famosos son sus sesiones de maridaje, donde combina platos con su sello personal con los mejores vinos valencianos y en ocasiones  del resto del territorio nacional. Estas citas provocan un lleno absoluto en el establecimiento ya que quienes lo conocen saben que el chef  brinda a sus clientes lo mejor de su repertorio culinario. El próximo maridaje tendrá lugar el día 3 de mayo.

Eduardo es miembro de la “Asociación de Cocineros de la Comunidad Valenciana” y de “Eurotoques” (movimiento europeo que promociona entre otras cuestiones, la alimentación saludable y el respeto por el producto y las sinergias positivas ente todos sus asociados). También participa en distintos eventos gastronómicos. Uno de los  últimos fue el  “Concurso Nacional del Rossejat Torrentí”, donde formo parte como Jurado.

Otro de los elementos importantes del local es la posibilidad de disfrutar de una gran intimidad en su «Salón Privat», para la celebración de eventos de carácter familiar o empresarial. Este espacio además brinda la oportunidad de disfrutar de un buen gín-tonic o de un cóctel después de la comida o la cena.

Les invitamos a todos ustedes a que conozcan este local y disfruten de su buena gastronomía. Como diría Eduardo ..»señores bienvenidos al Castillo.