Existen numerosos modelos y vertientes de negocio en el sector hostelero. En una ciudad cosmopolita como es la capital del Turia es normal que se den cita diferentes manifestaciones gastronómicas y por ende locales que presentan tanto tradicionalismo como evolución en su oferta culinaria, algunos más arriesgados van un paso más allá y tienen en la creatividad un modelo propio. En Valencia se dan todos los casos: cocina asiática, africana, latinoamericana, europea, tradicional, evolutiva, creativa o de fusión y seguramente alguna más que se me olvida.

Pero no hace muchos años en  el sector proliferaban  también otros espacios, algo más modestos, que no tenían la fortaleza en cuanto a personal e instalaciones de los ya citados, ni  contaban con cocina y ni tan siquiera un office. Como ustedes ya habrán adivinado me estoy refiriendo a las bodegas. Además de espacios de tertulia en donde podías tomarte un vino o una cerveza junto a una modesta tapa  sin agraviar el bolsillo,  te permitían llevarte refrescos a casa, vino, aceites y otras muchas cosas más. Eran en última instancia,  el ultramarinos  familiar. Desgraciadamente las grandes plataformas han ido en detrimento de ellas quedando muy pocas en la actualidad.

Bodegas Alenar una oferta con carisma en el centro de Valencia

La bodega Alenar  resurge en el centro de Valencia como si quisiera rendir tributo a esta tradición hostelera tan cercana, mostrando una oferta a base de productos de la marina alta,  unos de fácil elaboración y otros más sofisticados,  con encurtidos y salsas. También tiene algunos productos en conserva que manipula sutilmente para adaptarlos a los gustos actuales.

Tiene en carta un par de ensaladas como la de tomate de temporada con cebollita fresca con ajos o la de cogollos de Tudela con mojama, que compagina con la ensaladilla rusa o el esgarraet a la brasa con capellanet.

Entre sus aperitivos están las sardinas con trufa y albahaca, anchoas en aceite con aroma de trufa y miel, navajas en conserva con vinagreta de boletus y piñones tostados,  berberechos con piparras y pepinillos,  huevos rotos a baja temperatura con puré de patata, jamón y trufa, terrina de foie con mistela de Turís  o sardina ahumada con tomate rallado. Estos  son sólo una muestra de la treintena de aperitivos de que dispone. Hay que destacar que tampoco faltan salazones, los quesos artesano o los ibéricos.

Los postres son también de elaboración casera, destacando la tarta de queso (elaborada con cuatro variedades) o su flan volcán.

Bodegas Alenar una oferta con carisma en el centro de Valencia

Además tiene también un desayuno popular, una oferta de bocadillos y un menú diario a un precio que no alcanza los 10 euros.

Nos encantó conocer este rincón, que nos trajo recuerdos inolvidables en establecimientos parecidos, si bien aquí,  no te puedes llevar el vino a granel como antaño, pero la verdad es que puedes disfrutar en su interior de una copa escogida entre más de 40 referencias de vinos valencianos o elegir entre una decena de cervezas distintas.

Le deseamos a Jordi Gil, gerente de la empresa, toda la suerte del mundo para este local que presenta ya a una bodega en plena evolución, adaptada a los tiempos  que corren pero con el encanto de las que tanto admirábamos.

Si desean visitarla está en la Calle Martinez Cubells 6, en el centro de Valencia