Sin duda alguna la paella valenciana es el plato más internacional no sólo de la cocina valenciana, sino de la española en su conjunto. Y es que nuestra tierra tiene una de las mejores despensas del Mundo y los productos de la huerta, de la costa o de la montaña dan como resultado unos arroces espectaculares. La inquietud por mejorar constantemente la cocina de los arroces suele ser la tónica de la mayoría de los establecimientos que se dedican a la restauración, sobre todo aquellos en los que estos  forman parte de su oferta gastronómica.

Esta tendencia a la mejora se da por la propia competencia y también por una mayor educación gastronómica de quienes los consumen, que ya no se conforman con cualquier arroz y saben distinguir perfectamente un arroz de calidad de otro que carece de ella.

Uno de estos restaurantes que ha subido muchos enteros en su oferta arrocera es sin duda Cocoa, en la playa de la Patacona de Valencia. Tuve la suerte de descubrir este local a través de Vicente Gil, compañero, amigo y conocedor de nuestra gastronomía, que actualmente promueve nuestras exquisiteces a través de su revista “El Gastroturista”, de la cual recomiendo su lectura. En este local su chef nos habló de la forma en que ellos conciben la cocina de los arroces, de la estandarización de sus tiempos de cocción y de sus ingredientes para que sus arroces salgan cada día con la misma calidad.  Un reto que cumplen sin duda alguna por los arroces que pudimos degustar en este restaurante. Junto a los tradicionales como la paella valenciana, el arroz del senyoret o el arroz de bogavante tienen otros de corte más creativo como el de arroz de zamburiñas y berberechos, el de tuétano con carabineros o el de magret de pato con setas y foie.

Estos arroces complementan una carta plagada de platos destacables como la ensaladilla de gambón, huevo frito y huevas de lumpo, el tartar de atún rojo sobre aguacate y coral en tinta, el steak tartare de vaca madurada, las croquetas de quisquilla y otros más populares como las clóchinas, las patatas bravas, los calamares a la romana o las tellinas entre otros.

El espacio de Cocoa es muy acogedor y cuenta con un salón inferior, otro en el piso de arriba, una terracita interior, otra exterior y unas vistas espectaculares a la playa de la Patacona.

Desde estas líneas recomendamos una visita a este restaurante de nuestra costa.