Cristina Vicent es una de esas mujeres que nunca pierde la sonrisa, incluso a pesar de las adversidades. Cuando habla te mira fijamente a los ojos, como si quisiera que estos confirmasen lo que expresa verbalmente. Es una mujer fuerte, acorde con su tiempo, emprendedora  e inteligente que apostó desde muy joven por el sector agroalimentario a pesar de tener una licenciatura de farmacia y otros conocimientos que dotaban a  su curriculum  de una fortaleza indiscutible.

CRISTINA VICENT, EL TALENTO AL SERVICIO DE LA GASTRONOMÍA Y EL DEPORTE

Pero creo que Cristina siempre quiso hacer lo que hace, desde muy pequeña se vio atraída por el negocio de carnes de ave de sus padres. El despiece, del que su padre fue un innovador en aquellos tiempos,  el ajetreo de los clientes, el devenir de un barrio que hacía media vida en el mercado fue una llamada al espíritu inquieto de Cristina hasta que finalmente tomó las riendas del negocio familiar en el mercado del Cabanyal.

Con el tiempo creó una gran variedad de hamburguesas artesanas, que tuvieron una gran aceptación ya que tenía oferta también para personas, con necesidades nutritivas específicas,  para vegetarianos y hasta para  veganos.

También llego a elaborar una gran cantidad de productos a partir del pollo, algunos de ellos muy  populares como las croquetas y otros más innovadores que supieron valorar sus clientes. A ello se sumó una línea de patés artesanos y una propuesta de tomate seco para profesionales de la hostelería. Hoy importantes clientes del mundo de la restauración valenciana confían en los productos de Cristina y la tienen como su proveedora oficial para su compra diaria.

Pero su talante inquieto, la llevó a compaginar el trabajo con el deporte, concretamente en la práctica de Yoga. Aquí encontró su espacio privado, su remanso de paz para evadirse del ajetreo del duro trabajo del Mercado. En este periodo de tiempo llego a estudiar un grado de nutrición en la Universidad de Valencia y después ampliaría su negocio con propuestas para deportistas de élite y otros practicantes de distintas áreas deportivas.

CRISTINA VICENT, EL TALENTO AL SERVICIO DE LA GASTRONOMÍA Y EL DEPORTE

Hoy también comparte un espacio para la práctica de disciplinas relacionadas con la relajación a muy pocos kilómetros de Valencia. Concretamente en el Centro QOA de la Urbanización la Loma (Chiva, Valencia). En este espacio se imparten clases como Hatha Yoga o Kundaline Yoga para todo tipo de edades.  El primero es el más conocido por sus posturas y el segundo es más emocional,  más energético y enfocado a la relajación, aunque también se utilizan posturas.

CRISTINA VICENT, EL TALENTO AL SERVICIO DE LA GASTRONOMÍA Y EL DEPORTE

Las clases de Hatha Yoga las imparte Esther en este horario: lunes y miércoles a las 10:00 y martes y jueves a las 7:00 de la tarde.

Las clases de Kundaline Yoga las imparte Cristina Vicent los…

 Martes a las 8:45, 14:15 y las 20:15. Este día también hay consulta con Cristina sobre nutrición y composición corporal y tratamiento  con las “Barras access puntos vitales”. Este tratamiento son 32 puntos que tenemos en la cabeza que tienen relación con patrones limitantes que tenemos cada uno y que determinan comportamientos o dolencias que no son físicas sino sicológicas.

Viernes por la tarde una clase de Yoga para  niños sobre las 18:00 horas y otra de Kundaline Yoga para los adultos sobre las 19 horas.

Hay que añadir que también hay clases especiales de Yoga con mascotas, por lo que es posible llevarte a tu perro a practicar esta disciplina conjuntamente.

En el centro también tiene consulta de Osteopatía, de la mano de Javier y otras actividades  como tahichi,  pilates e incluso algunas clases de baile. Para más información llamar al Centro KOA o ponerse en contacto con Cristina a través de su web https://cristinavicent.es