El desgraciado suceso acontecido antes de fallas y su posible relación con el Riff provocaron que Bernd Köller decidiese cerrar el restaurante hasta que se aclarasen las causas del mismo. Semanas de investigaciones no han podido demostrar que la causa fuese ni la comida del restaurante, ni las setas, como comentaron algunos medios de comunicación, ni ninguna otra elaboración nacida entre sus fogones. No obstante por expreso deseo de Bernd se llevó a cabo otra investigación paralela para ratificar la investigación oficial. Ninguna de las dos líneas ha podido relacionar directamente la actividad del Riff con el lamentable accidente. Desde aquí nuestro más sentido pésame a toda la familia por una pérdida tan dolorosa, pero también nuestro más profundo apoyo a uno de los restauradores que más alegrías ha dado en tierras valencianas.
Bernd lleva desde los quince años en la cocina. Se inició en la misma porque tenía una gran inquietud en viajar y pensó que este era el camino para recorrer Europa, la pasión por la gastronomía nació después, pero aun siendo un niño, fue una persona muy responsable. En una ocasión estando bastante enfermo no quiso quedarse en casa por si el personal del restaurante en el que trabajaba no fuese suficiente para sacar todo el trabajo. Y es que su compromiso, aunque la pasión nacería después, ya fue grande desde el principio. Más tarde y después de una ajetreada vida social y profesional viajo a España, concretamente a Segovia para posteriormente trasladarse a Valencia montando su propio restaurante. Sus inicios allá por el 1993 fueron en el “Ángel Azul” y en el 2001 cumplió su sueño al inaugurar el “Riff”, Restaurante con el que ocho años más tarde conseguiría la Estrella Michelín.
Nada más llegar a nuestras tierras, el sol y la costa valenciana lo cautivaron completamente, hasta el punto que años más tarde su corazón se encontraba dividido entre Alemania y España. Como el mismo dice …”soy alemán de nacimiento y valenciano de corazón”… hasta su cumpleaños coincide con el 19 de marzo, el día grande de Valencia.
Desde su llegada a la capital del Turia, Bernd, ha participado en innumerables encuentros y eventos gastronómicos de toda índole. La pasión que siente por la profesión le ha llevado a estar al lado de compañeros, instituciones y entidades siempre que ha sido requerido, a pesar de su apretada agenda. Incluso ha viajado en varias ocasiones al extranjero para representar la gastronomía valenciana. Su compromiso y lealtad con el desarrollo y nuestra proyección gastronómica está lejos de toda duda.
Personalmente valoro tanto su contribución a la gastronomía valenciana, sector que hace posible mi trabajo, como el hecho de que haya sido uno de los miembros del jurado en el Concurso Nacional de Rossejat Torrentí, evento que organizo conjuntamente con mi amigo Diego y su hija Nieves. Desde el primer momento que pedí a Bernd su colaboración para el concurso me mostró su disposición para colaborar con el mismo. Y es que para nuestro chef, cualquier asignatura que pondere la gastronomía, es un reto personal. Esta es una cualidad de los grandes profesionales, pero por encima de todo de las GRANDES PERSONAS.

Mi compañero y amigo Diego y yo decidimos visitar el Riff en esta nueva reapertura para mostrarle nuestro apoyo en estos momentos tan especiales, aunque conscientes de que el tiempo pondrá todo en su sitio y el Riff seguirá proporcionándonos grandes satisfacciones. Volvimos a disfrutar de la creatividad de Bernd, de su sabiduría culinaria, de sus elaboradísimos platos y nos alegramos profundamente de que el salón del Riff estuviese, como siempre completamente lleno. Disfrutar de la oferta del Riff, sentirse especial, con ese trato tan cercano que te dispensan, es una gratificante experiencia difícil de olvidar.
Desde aquí nuestra enhorabuena para todo el equipo del Riff que hace posible que podamos disfrutar de sensaciones y emociones a través de su discurso gastronómico.