COMER EN VALENCIA .- El pasado fin de semana se celebraba la II Edición de La Feria del Queso de Montanejos, localidad situada en el interior de Castellón, a unos 90 km de Valencia y a 65 de Teruel. Una gran muestra gastronómica en la que se han dado cita algunas de las mejores queserías de la Comunidad Valenciana: Los Corrales, Pastor de Morella, Heredat de Pere, Tot de Poble, Hoya de la Iglesia, Torres de Albarracín y Granja Rinya.

Quesos de todo tipo y origen, incluso algunos de la oveja Guirra, en peligro de extinción,  han podido ser degustados por la gran cantidad de visitantes a los que no  les ha intimidado los más de 13 kilómetros de curvas pronunciadas, para disfrutar de un evento de estas características.

Feria del queso en MontanejosUn programa de actos muy acertado ha contribuido a que estos dos días de celebración sean una auténtica fiesta. El más destacado el Concurso de Quesos de la Comunidad Valenciana que premiaba seis variedades de queso: leche fermentada y cuajada, pasta prensada mezcla, pasta prensada oveja, pasta prensada cabra, cuajada láctica mezcla y queso fresco. También se daba un premio para el mejor queso de estos seis premiados.

Otros actos fueron  el maridaje de los mejores quesos con los vinos de Viver y la cerveza  Vidigora, que se elabora en su totalidad con agua de Montanejos, y la cata concurso de quesos a los que se apuntó numeroso público.

También tuvieron lugar dos showcookings uno a cargo de Blanca Mayandía del centro de Gasma de Castellón y otro por Pedro Montolio chef del Hotel Barcelona Princess.

Feria del queso en MontanejosOtro  de los actos más relevantes ha sido la presentación del libro de Chema Ferrer “Quesos Valencianos”, donde realiza un estudio minucioso de los mejores quesos de la Comunidad Valenciana. El libro comienza con una referencia al origen del queso, allá por la antigua Mesopotamia y otros pueblos antiguos para llegar a su elaboración en nuestros días. En este trabajo analiza tanto sus variedades como su procedencia, explicando además distintos componentes de los mismos así como sus zonas de producción. Incluso encontramos anécdotas simpáticas como el del “soplado vaginal de las vacas” (No lo explicaré aquí porque vale la pena que lo descubran ustedes en su libro). Este trabajo es otro de los retos del prolífico periodista que cuenta en su haber con más de una docena de libros de corte gastronómico, bélico y de investigación.