Hace unos días Manuel Alonso presentó en las instalaciones de Veles i vents su libro «Gastronomía Emocional», que como su título sugiere es un compendio de emociones y sensaciones ilustrado con fotografías de una excepcional calidad. No es una obra de recetas sino una ventana al trabajo del chef. Este proyecto comenzó con una proposición hecha en «Daily Gastrobar», local que Manuel tiene en la Playa por Miquel Font, periodista gastronómico y los fotógrafos Antonio Ribera y José Tomé. Como resultado de estas conversaciones se ha editado un libro extremadamente singular encuadernado y diseñado con láminas de metacrilato, donde se exponen 44 fotografías de platos de Manuel acompañadas de las reflexiones o relato que motivaron su creación.
El ejemplar, debido a su diseño y a su alto precio, unos 3.000 euros, se ha creado para permanecer en el Restaurante de Daimuz, para que todos los que visiten el espacio gastronómico conozcan la visión culinaria del local, pero no se descarta, ni mucho menos, la edición de un libro más asequible para los amantes de la gastronomía, coleccionistas, clientes y amigos de Manuel.
En la presentación, los creadores de esta magnífica obra, mostraron su satisfacción por haberse hecho por fin una realidad. Miquel Font comentó que el proyecto había sido muy satisfactorio a pesar de las interminables sesiones que habían hecho falta para llevarlo a cabo. …»hasta que no estábamos plenamente satisfechos con las fotografías no abandonábamos el restaurante. Se llegaron a disparar más de cincuenta instantáneas por cada plato para escoger finalmente aquella que estuviese a la altura del plato propuesto por Manuel»…
Toni también se mostró contento con el resultado final ..»a pesar de las fotografías que he hecho en mi vida, alguna de ellas premiadas a nivel nacional, no me sentía complacido del todo, consciente de que un libro de esta envergadura, con unos platos que transmiten por sí mismos tantas sensaciones necesitaban una imagen única y auténtica, que tenía que crearse en las mismas sesiones, sin edición posterior de fotoshop, finalmente el resultado ha sido espectacular y creo que a los cuatro nos ha convencido por completo el trabajo»…
Manuel por su parte añadió …»desde el primer momento en que me hablaron del libro y de sus características me cautivó, era un orgullo el que pensasen en mi para este trabajo y al mismo tiempo representaba todo un reto, así que decidí comprometerme con el grupo y con el proyecto. Al final ha sido casi un año y medio de sesiones, alguna de ellas agotadora, pero al final ha valido la pena»…
Manuel también describió brevemente cual era su día a día, el relato que contenía cada uno de sus platos. Según el chef todos los ingredientes que componen los mismos actúan como los músicos de una orquesta, aportando su valor y enriqueciendo al conjunto …»Los elementos tienen que estar perfectamente integrados, si esto no se consigue, el plato no es perfecto, sino que es un plato combinado, esto no quiere decir que el plato combinado no sea bueno, pero claro todos y cada uno de los elementos que tiene, deben sumar para que el conjunto final sea esa reflexión o esa propuesta gastronómica que quiero mostrar ante mis clientes»… y siguió diciendo …»en alguna ocasión pasa que en un plato no se consigue la homogeneidad de los elementos del mismo y entonces se queda en la despensa, esperando que con el paso del tiempo me llegue la inspiración para conseguir dicha integración. Si la inspiración llega y el resultado final es bueno pues entonces ya forma parte de la carta del restaurante, pero si no llega, el plato nunca formará parte de mi oferta gastronómica»… Manuel añadió finalmente …»metafóricamente los platos son como las personas, el plato tiene que estar bueno y las personas tienen que ser buenas personas, luego si el plato además de ser bueno es bonito, pues perfecto, pero no se puede primar lo bonito en detrimento de lo bueno. El concepto tiene que estar dentro del mismo contexto. Estas reflexiones son importantes porque el plato tiene que tener un hilo conductor»..
Manuel es uno de nuestros referentes gastronómicos más importantes, consiguió su Estrella Michelín en el 2.014, un Sol de Repsol en el 2015 y un segundo Sol en el 2017, año en que obtuvo también un reconocimiento a su trayectoria profesional por el Departamento de Turismo del Ayuntamiento de Gandía.
Manuel es una persona entrañable, sencilla y risueña que a pesar de los años transcurridos no ha desdeñado la filosofía con que sus padres abrieron el local, trabajar con una cocina de proximidad, sencilla y donde predominaran los productos marineros. Del chiringuito de aquellos tiempos queda poco pero de las premisas de sus progenitores están sus estancias llenas.