Hoy ha arrancado la presente temporada de la clóchina valenciana con su presentación en el Restaurante En Boga Bar de Valencia, donde han estado presentes el Presidente de la Agrupación de clochineros de Valencia y Sagunto, José Luis Peiró, la Presidenta de Elaboradores de Cava de Requena Rebeca García y el periodista Chema Ferrer que ha organizado este evento.
Como en otros años el Cava de Requena se propone como una opción fantástica para maridar la clóchina valenciana por su frescura y su gran riqueza aromática, cualidades que lo convierten en el compañero perfecto para disfrutar de este producto valenciano.
El señor Peiró ha resaltado las cualidades de este producto frente a otros parecidos que tienen presencia en nuestros mercados, señalando que la cocina destaca por encima de todas las demás especies por su calidad y su sabor. Ha continuado señalando que este año se han superado todas las previsiones con un aumento de un 5% en su recolección, lo que supone una temporada con más de 1.200 toneladas.
Por su parte Rebeca García ha mostrado su satisfacción por ser de nuevo el Cava el coprotagonista de esta presentación y ha comentado que hay una alegría inmensa en los Elaboradores de Cava, por tener por fin nombre propio para producirlo, después de varios años de litigio.
La clóchina es un cultivo, algo así como plantar semillas, cuidar del crecimiento de los moluscos y luego proceder a su recolección en los últimos días de abril, siempre atentos al calendario lunar, en concreto entre la luna llena de abril y la menguante de agosto. El origen de esta actividad en tierras valencianas se remonta al siglo XIX, cuando en el puerto de Valencia se instalaron las bateas clochineras, auténticos barcos amarrados al fondo y con una cubierta modificada para las labores de la clóchina. Los puertos de Valencia y Sagunto son los lugares donde se desarrollan sus actividades y entre los dos suman 17 bateas clochineras dotadas de modernas instalaciones para su extracción y limpieza.
Diferencias entre clóchinas y mejillones
La singularidad de este bivalvo valenciano con respecto al de otras partes del Mediterráneo o a su primo hermano el mejillón, reside en la salinidad de las aguas donde crece y a su estacionalidad, ya que en Valencia llega a finales de abril el tiempo de su sazón. Hay que tener en cuenta también, para su diferenciación, el estudio que realizó el Departamento de Tecnología de los Alimentos de la Universidad Politécnica de Valencia, situando el molusco valenciano por encima del mejillón del Delta del Ebro y de Galicia en aroma, sabor y jugosidad. Así, la clóchina también se diferencia del mejillón por su menor tamaño, una tonalidad más suave y por un sabor más intenso. Hay que tener en cuenta a la hora de la compra, el distintivo exclusivo de su marca de calidad de la Comunitat Valenciana, ya que en ocasiones llegan a los mercados clóchinas de otras procedencias que se disfrazan con etiquetas muy llamativas con ‘senyeras’ valencianas y logotipos que llevan al engaño del consumidor.
Respecto de las propiedades nutricionales de la clóchina de Valencia, cabe decir que es rica en vitaminas, calcio, hierro, potasio, fósforo, magnesio y Omega 3.