El Restaurante En-Boga Bar fue el escenario escogido por la DO origen “Clóxina de València” para presentar la nueva temporada de este molusco bivalvo ante un nutrido grupo de periodistas. Chema Ferrer, periodista de Las Provincias, explicó los pormenores de esta nueva etapa que se prevé muy intensa dada la mejora de la crisis sanitaria.
Como cada año en abril, la clóchina hace su aparición en el calendario gastronómico valenciano y se puede disfrutar de ella hasta bien entrado el mes de agosto. Un producto con cría controlada, con decenas de años de tradición, en viveros cercanos al Puerto de Valencia, y que tiene un color, un sabor especial y un menor tamaño que su primo hermano el Mejillón.
En el acto de presentación se ofreció a todos los presentes este preciado bivalvo elaborado en una de sus formas más extendidas, “al vapor”, ligeramente sazonado con sal, un poquito de aceite de oliva virgen extra, ajos y perejil, aunque también se puede añadir una cucharadita pequeña de pimentón.
La cría de este sabroso molusco comienza con el llamado “crianço”, que es la semilla que se trilla para quitarle todas las impurezas, antes de atarlas en grupos a unas cuerdas que se sumergen en el agua del mar durante varios meses hasta que la clóchina es adulta. Actualmente hay 16 viveros que integran la denominación de origen y que se puede identificar con su distintivo.
La clóchina es un producto cada vez más reconocido en el panorama gastronómico valenciano gracias a todas las características mencionadas y por ser asequible por su precio, lo que populariza su consumo. Además es rica en potasio, magnesio, fosforo hierro y Omega 3 por lo que es muy recomendable en un dieta mediterránea saludable. También es muy común disfrutarlo en recetas de múltiples arroces elaborados en tierras valencianas. Actualmente también es un atractivo turístico gastronómico, ya que es cada vez más demandado por los turistas en nuestros establecimientos por ser un producto de gran calidad.