Cuando pensamos en ir a comer a la playa nos suele venir a la cabeza el típico chiringuito, con los calamares, las bravas, las tellinas o las clóchinas acompañados de un arroz que en ocasiones no nos deja demasiado contentos. Pero afortunadamente la mayoría de chiringuitos se han convertido en restaurantes con una oferta gastronómica que ha hecho ganar muchos enteros a nuestras costas, aunque claro siempre hay excepciones.
Uno de los locales que ha mejorado paulatinamente desde que abrió sus puertas en las Mar Salá de Cullera, regentada por Fernando Peris, o como a Él le gusta que le llamen, Nando, ha ido acoplando su oferta tanto a las demandas de un público cada vez más exigente como a las nuevas tendencias gastronómicas. Sus almuerzos son espectaculares y le han granjeado la admiración de todos cuantos han podido disfrutarlos. Templo del almuerzo de ciclistas, motoristas y amantes de la playa tiene en su oferta unas tapas merecedoras de elogio, las cuales sirve con cierta generosidad, a lo grande. Es frecuente ver como sirve los almuerzos dentro de un caldero de paella y dentro de esta: calamares, sepia, croquetas, albóndigas, filetes de ternera, espardenya o patatas con huevo acompañadas por longanizas gigantes. Sea lo que sirva siempre será una delicia para los parroquianos.
Pero claro en la línea de que es todo un restaurante no podía faltar una buena oferta de mediodía y vaya que oferta. Más de una treintena de arroces de todo tipo, una docena de fideuás entre mariscos y carne y una carta profusa en entrantes y platos valencianos que elabora con los mejores productos del mercado.
Nando es de esas personas que se siente feliz cuando la gente sale satisfecha de su restaurante, ello le hace olvidar la gran cantidad de horas que dedica cada día. El ha nacido para esto, para cocinar y nosotros para disfrutar comiendo y seguir haciéndole feliz.