El Huella de Merseguera, el mejor de España de esta variedad para las guías SEVI y Wine Up

El dulce de moscatel Oro de Alejandría sumó 4 medallas de oro y dos platas, mientras el blanco de Vegamar, de moscatel y sauvignon, logró otros cuatro premios

Con las nuevas añadas de los vinos blancos a pocos meses de salir al mercado, Vegamar ha sumado diez medallas en concursos internacionales para sus tres vinos blancos de 2019, aparte de menciones de honor y otros reconocimientos.

Los viñedos de Calles, situados alrededor de la bodega de Vegamar, siguen su camino de consolidación como una de las zonas más privilegiadas para el cultivo de las variedades autóctonas de merseguera y moscatel, así como la foránea sauvignon blanc.

La altitud de los Serranos, combinada con la relativa proximidad del Mediterráneo, dan a los vinos del Alto Turia, subzona de la DOP Valencia, unas particularidades tan extraordinarias que los vinos resultantes cada vez suben nuevos escalones en el reconocimiento internacional.

El dulce de moscatel es un joven de la añada 2019, que bajo el nombre de Oro de Alejandría ha obtenido cuatro oros en Burdeos, Monovino, CINVE y los Bacchus. A esas medallas hay que sumar las platas de Vino y Mujer y en Alemania en el certamen de Mundus Vini.

El éxito de este vino radica en una cuidada maduración de las uvas de moscatel de grano fino, tradicional en los cultivos del Alto Turia pero que siempre iba como acompañante de otras o se dedicaba el envejecimiento. Pablo Ossorio y Maripaz Quílez apostaron por un vino naturalmente dulce, sin  azúcar añadida, dando por resultado esta joya que lleva el oro hasta en el nombre.

Con moscatel pero acompañada de la Sauvignon blanc francesa es como sale el blanco Vegamar, también con un oro en el Challenge de Burdeos, patria de esa variedad, y platas en Alemania, Bruselas y CINVE. Este vino conjuga a la perfección el punto dulce del moscatel con la acidez y el poder aromático del Sauvignon, dando como resultado uno de los vinos más vendidos de la firma de Calles.

Completa el trío ganador de blancos el  Huella de Merseguera, que de nuevo ha sido reconocido como el mejor vino de España elaborado con esta variedad autóctona. En este caso por dos guías, Wine UP que se centra en monovarietales, y la Semana Vitivinícola.

La merseguera ha pasado de correr peligro de extinción en el noroeste del Alto Turia ya ser una de las que más alegrías da a la bodega por su singularidad. Siempre le tocó ser compañera de baile de otras variedades, pero la llegada del enólogo Pablo Ossorio a la dirección técnica de la bodega en 2015 la convirtió en un protagonista de este vino joven donde luce con esplendor. Pasada la sorpresa de las primeras añadas, ahora ya se ha convertido en un clásico para la crítica.