Torrent fue uno de los lugares azotados por la DANA. Sus infraestructuras quedaron tan dañadas que la vida se paralizó durante semanas. La actividad empresarial de su polígono y los comercios locales no escaparon a este capricho de la Naturaleza, entre ellos su actividad hostelera. Pero poco a poco la Ciudad ha ido tomando el pulso y regenerando casi la totalidad de sus servicios, a excepción de algunas comunicaciones por carretera que aún tardaran unos meses en estar en perfecto estado.

La Arrocería La Plaza no ha sido una excepción y después del suceso y haber tenido que estar cerrado por unos días, volvió llenar sus salones para alegría de todos sus clientes. Su versatilidad, capaz de combinar sin interferencias un servicio informal en su cafetería y terraza con otro más sofisticado en su salón comedor convierten a este Restaurante en una de las mejores opciones en esta población que supera las 80.000 personas. Una cocina tradicional, con ciertos tintes de creatividad en algunos de sus platos, y una oferta arrocera de gran calidad son sus mejores argumentos, aunque también hay que destacar la fortaleza de un equipo de trabajo que rinde a la perfección, nada desdeñable en estos tiempos en los que el sector atraviesa una crisis de personal cualificado.

Paco Gallego comanda esta nave que navega por una oferta gastronómica plagada de producto de proximidad, fresco y de calidad, que da forma a una carta con un gran abanico de posibilidades entre pescados, carnes, verduras y arroces.  Paco reencarna la segunda generación de la familia Gallego y dirige este local desde hace un par de años, un negocio familiar que junto a sus progenitores Paqui y Diego consiguieron transformar, a lo largo de los años y con cierto sacrificio, desde una pequeña heladería con una oferta de bocadillos hasta uno de los mejores restaurantes con que cuenta la geografía valenciana.  EL talante y dedicación de Paco es hoy uno de los pilares fundamentales de la firma de “La Plaza”.

El local combina una oferta de almuerzos, menú diario y servicio de carta a unos precios muy competitivos. A mediodía por ejemplo y dentro de su menú del día, se puede escoger un entrante, plato principal (en el que siempre hay un arroz o un plato de cuchara) y un postre artesano entre varias opciones por un precio inferior a 15 euros.

Pero no hay que olvidar el poderío con sus arroces, siendo uno de los estandartes de la cocina torrentina con su “Cassola de Sant Blai”, también llamado “Rossejat Torrentí”, un arroz al horno elaborado con caldo de puchero, distintos cortes de carne de cerdo y ternera,  una pelota salada y otra dulce,  que este restaurante ha sabido desestacionalizar de las fechas de su consumo tradicional, durante las Fiestas de Sant Blas. Pero también es un clásico en este restaurante y una obligación para cualquier aficionado a la buena mesa degustar su arroz de pato desmigado con boletus y foie, un arroz meloso lleno de matices y sabor.

Con la incorporación de Carlos del Toro, La Plaza amplio su oferta arrocera y además de los que ya se elaboran como el arroz del senyoret, el meloso de bogavante o la paella valenciana, se introdujeron otros elaborados con entrecot, con secreto ibérico, con pulpo y gambas o con cangrejo azul, hasta conformar más de una docena de arroces distintos.

Otros platos que tienen una gran demanda en La Plaza son: la cazuelita de gambas al ajillo, la oreja crujiente, su calamar de playa, el pulpo braseado con parmentier, los croquetones caseros, el bacalao gratinado al horno con muselina de miel, el steak tartar,  lomo alto de vaca selección a la piedra o la fideuá de Gandía. Todo un lujo para los buenos paladares.