Sin duda, en nuestros pueblos cada vez hay más calidad hostelera, la formación de las nuevas generaciones en nuestras escuelas, que se han duplicado últimamente, los métodos de enseñanza que proliferan gracias a internet y una mayor educación sobre la necesidad imperiosa de especializarse lo mejor posible, han revolucionado el sector hostelero. A estas poderosas herramientas se suma la experiencia que se adquiere con el paso de los años y que suele transmitirse de generación en generación. La prensa gastronómica y las redes sociales han contribuido notablemente a dar protagonismo a muchos profesionales que permanecían casi en el anonimato y que sólo eran visibles gracias al boca-boca. Hoy afortunadamente no es así y cualquier profesional que esté haciendo las cosas bien tiene su sitio en el panorama gastronómico.
Afortunadamente no sólo las Estrellas Michelín y los Soles de Repsol ocupan portadas en las revistas especializadas, hoy otros que no tienen tal distinción son capaces de hacerse ver y atraer a sus negocios a los parroquianos de la buena mesa. Arroces, platos de cuchara, asadores, cocina de mercado, mediterránea, vegana, vegetariana, macrobiótica, un sin fin de opciones de las cuales se puede obtener información en pocos segundos a golpe de ratón. La profesionalidad, una carta atractiva y equilibrada y un justo precio puede hacer crecer enormemente cualquier negocio del sector. Esta es la grandeza de los tiempos que vivimos.
En esta texitura se encuentra el Restaurante La Plaza, sito en la Ciudad de Torrent, concretamente en la Plaza de la Libertad número 16. Un ejemplo de la buena utilización de las herramientas citadas y una experiencia avalada por dos generaciones, que comenzó con Diego, un reconocido profesional con una dilatada trayectoria y que hoy regentan sus hijos Paco y Nieves con el apoyo de su esposo Victor.
La Plaza ha aportado en Torrent, calidad a una profesión antaño devaluada, situándola en el sitio que le corresponde. El esfuerzo ha sido grande, ya que tuvieron que sumar a la cafetería existente otro salón anexo para poder disfrutar de la buena mesa en armonía, en cierta privacidad y en un entornó cálido y acogedor. Su especialización es notablemente alta y a su servicio se suma una magnífica bodega, regada con vinos de la gran mayoría de D.O. de vinos españoles, una gastronomía actual, personalizada, pero con dependencia absoluta a los productos de temporada y a una amplia gama de arroces de todo tipo.
En carta podemos encontrar platos como la ensaladilla rusa con aroma de wasabi, foie micuit, timbal de sepia al ajo arriero, alcachofas con gambas y crujiente de jamón, pulpo a la brasa con culis de parmentier, calamar fresco de playa con habitas, tacos de sepia a la plancha con salsa meri y vinagre aceto-balsámico.
Las ensaladas también tienen una importante presencia, aunque brillan como pocos por sus arroces, combinando recetas clásicas con otras creadas por ellos mismos. Destacan, el arroz de pato deshuesado con boletus, ajetes y foie al aroma de trufa, o su famoso arroz de San Blai, un plato popular torrentí que fue elogiado hasta por el mismísimo Bernd H. Knöller y que llevarón hace poco a FITUR en un showcooking.
Hablar de la Plaza es hablar de un local con peso específico, un local con pedigrí y con una inquietud constante por ofrecer el mejor producto a todos los que lo visitan. Es un toma y sigue, ya que la misma inquietud, les lleva a seguir mejorando día tras día.