Desde la Plaza de Tetuán en Valencia, Lienzo se erige como uno de los establecimientos con mayor proyección en los últimos años. Una cocina desenfadada, a veces un poquito canalla y con una magnífica puesta en escena. Una oferta con una gran delicadeza visual que combina a la perfección un maremagnum de sensaciones y matices con el respeto al producto y a su temporalidad que es la que marca las pautas de su carta.
El éxito de lienzo no es ninguna casualidad y su frecuente visibilidad en los medios ningún favoritismo del periodismo especializado, no señor, es fruto de una pasión exacerbada por la cocina y el afán de superación personal y profesional de sus responsables que ya desde el principio de su carrera tuvieron muy claro el rumbo que tenían que llevar sus vidas.
Los responsables del timón del Restaurante son María José y Juanjo, matrimonio en la vida real y en la profesional que se conocieron en la escuela de Hostelería de Murcia y que después de trabajar en varios restaurantes recalaron en Valencia con una maleta llena de ilusiones que poco a poco se van cumpliendo. Maria José fue tercera según los jueces en el Congreso de Madrid Fusión 2016 como “Cocinera Revelación en España, aunque primera en las votaciones a nivel nacional por los usuarios del Congreso.
María José fue seleccionada en la Comunidad Valenciana para el premio al mejor cocinero revelación 2016 en España. Quedó tercera según los jueces pero arrasó con los votos emitidos por los usuarios donde fue la primera.
Al terminar la escuela y las prácticas trabajaron en el Palacio de la Seda en Murcia (actualmente con un Sol de Repsol). Juanjo recaló primero en el mismo y consiguió tras reiteradas peticiones que María José trabajara en el local los fines de semana. No hicieron falta muchos servicios para que María José formara parte del equipo de la plantilla fija. Su forma de hacer las cosas convenció plenamente a los responsables del Palacio que desde el primer momento se quedaron prendados de las habilidades de la joven chef. En el Palacio coincidieron con Paco Morales que fue determinante para una nueva visión de la cocina de nuestros protagonistas.
Después de una temporada decidieron salir de Murcia para ampliar horizontes y ver otros estilos en otros lugares. Después de varias ofertas de distintos lugares de España decidieron ir a Barcelona. María José trabajó en un clásico de la Ciudad, el “Café 1907”, donde aprendió muchísimo ya que el Restaurante lo hacía prácticamente todo, panes, multitud de preparados y hasta el hojaldre. A Juanjo lo contrataron en “Vía Veneto”, uno de los restaurantes referencia de Barcelona y reconocido con una estrella Michelín. En Veneto aprendió conceptos como la organización y la enorme importancia de la cocina clásica. Descubrió otras formas de hacer las cosas distinta a las que había practicado hasta el momento.
Barcelona fue otra fantástica escuela para la pareja, cada uno de ellos aprendió conceptos y técnicas hasta entonces desconocidas que han marcado positivamente su labor posterior
Durante su estancia en Barcelona, cada rato libre que tenían lo dedicaban a visitar otros restaurantes, en un afán de conocer y de disfrutar otras manifestaciones de la gastronomía. Ello también les enseño mucho, por la oferta tan dispar que existe en la Ciudad Condal.
Desde Barcelona vuelven a Murcia durante unos meses para descansar aunque Juanjo aprovecha ese paréntesis para matricularse en Gastronomía, carrera que aún está estudiando. Después de tres meses de descanso y ocio comienza a picarles el gusanillo del trabajo de nuevo. En ese momento María José es llamada por el Poblet (Restaurante de Quique Dacosta) y acepta el reto, trabajando codo a codo con Germán Carrizo y Carito Lourengo . Maria José sería su jefe de partida y su paso por el Poblet le proporcionaría un contacto más asiduo con las distintas técnicas de cocina y una visión más atrevida y divertida de las distintas elaboraciones.
“Nuestra cocina son productos de las vivencias, de las personas con las que hemos trabajado, de los locales donde hemos comido y de los libros que hemos estudiado. Maria José cuando no está con los cuchillos está con un libro en las manos”… (Juanjo).
La importancia del servicio de sala
Según Juanjo la sala es la extensión del plato de la cocina. Un plato bien hecho que llega con un mal servicio a la misma pierde su esencia por lo que es tan importante el plato como el servicio.